Estas siete canciones te harán recordar y abrazar en la memoria a ese ser que te dio la vida.
Se acerca el Día de las Madres, fecha para festejar a esa persona que nos dio la vida. Para celebrarla, para abrazarla, para comunicarle lo importante que es (¡y será!) siempre. Cuando ella ya no está, puede ser un día de sentimientos encontrados en el que el orgullo se entremezcla con la nostalgia y los recuerdos nos asaltan: carcajadas, fiestas de cumpleaños, retos que no hubiéramos sido capaces de superar sin su cariño, su mano ayudándonos a ponernos de pie tras las caídas, los abrazos y su apoyo; siempre su apoyo. Para los que hemos perdido a nuestra madre, es un día que nos obliga a abrazarla en el recuerdo. Estas diez canciones te pueden ayudar a volver a sentirla cerca. Expresan a la perfección el amor que un hijo o una hija siente por esa mujer que dio vida. Aunque ella ya no esté, susúrralas, cántalas, grítalas: porque desde algún lado ella te debe de estar escuchando.
1. “SEÑORA, SEÑORA” DE DENISSE DE KALAFE
No importa cuántas veces la escuchemos, está canción de la artista brasileña, Denisse de Kalafe, se ha convertido en una especie de himno. La cantante la compuso tras sufrir un ataque de nostalgia mientras ella se encontraba trabajando en México, lejos de su madre. La misma Denisse confesó que la escribió en una bolsa de papel estraza y que fue como si alguien se la susurrara al oído. Su letra es y será por siempre memorable.
2. “MI NOVIA SE ME ESTÁ PONIENDO VIEJA”, DE RICARDO ARJONA
Tierna y honesta, así es esta canción del cantante y autor, Ricardo Arjona. Habla justamente del amor incondicional de una madre hacia sus hijos: no importa si soñabas con ser poeta o ministro; si llegaste en penúltimo lugar de un maratón. Arjona se refiere a ella como “su novia desde que se acuerda” y elogia su poder universal para perdonar.
3. “ERES TÚ”, DE MOCEDAES
Un himno que lleva más de 49 años sonando y que sigue teniendo el poder absoluto para conmovernos. Fue compuesta por el español Juan Carlos Calderón e interpretada por Mocedades, la mítica agrupación española. Muchos de nosotros la asociamos con mamá, porque muy posiblemente era una de las tantas piezas de Mocedades que escuchaba cuando éramos niños, ¿cierto? Indispensable.
4. “POR SIEMPRE TÚ”, DE CHRISTINA AGUILERA
“Cuando estoy por caer, yo sé que tu amor me volverá a socorrer. Venceré el temor mientras sepa que tú sientes dentro lo mismo que yo”. Una canción de admiración agradecimiento hacia ese ser que no solo nos dio la vida, sino que nos acompañó hasta el final de sus días, segura (muchas veces más que nosotros) de que nosotros todo lo podíamos. La versión en inglés lleva el nombre de “I Turn to You” y se incluye en el álbum debut de la cantante neoyorquina.
5. “AMOR ETERNO”, DE JUAN GABRIEL
Imposible escuchar a Juan Gabriel cantar esta canción y no conmoverse. “Cómo quisiera que tú vivieras, que tus ojitos jamás se hubieran cerrado nunca y estar mirándolos”. La letra es franca y expresa a la perfección eso que sentimos cuando ella se va. Fue compuesta por Alberto Aguilera Valadez en la década de los 70. Se dice que el “Divo de Juárez” la compuso tras el fallecimiento de su madre, Victoria Valdez Rojas, el 27 de diciembre de 1974.
6. “SI NO TE HUBIERAS IDO”, DE MARCO ANTONIO SOLIS
Esta canción no fue escrita para la madre de Marco Antonio Solís, sino que para su hijastro, fallecido de manera trágica. Retrata esa sensación de vació que persiste cuando alguien a quien amamos muere y a muchos nos recuerda a nuestra madre, y a la tremenda dificultad de vivir sin ella. Una hermosa canción surgida de un dolor extremo.
7. “BASTA DE LLAMARME ASÍ”, DE VICENTICO
Aunque la canción fue compuesta para la hermana de Gabriel Fernández Capello, mejor conocido como Vicentico (durante muchos años el líder de la agrupación argentina Los Fabulosos Cadillacs), habla del deseo de reencontrarse con alguien querido en otro plano. Por mientras lo que queda es cantar en honor a esa persona y dar la cara cada vez que alguien la nombre “aquí y allá”. Hermosa, poderosa y capaz de llegar hasta lo más profundo del alma.
