Inspirada en hecho reales, “Monsters” de James Blunt, habla de aceptación, de perdón y de lo importante que es expresar hoy lo que sientes.
Tierna, la canción habla de los monstruos que nos acechan. Un hombre joven observa el modo en que su padre se desvanece amenazado por la enfermedad y a punto de entrar al quirófano, sin saber si sobrevivirá a la intervención quirúrgica. Los acordes de un piano y la voz de James Blunt narran el momento en que él se despide de su padre:
“Antes de que apagues todas las luces —le dice— no te leeré lo que has hecho bien y lo que has hecho mal. El tiempo ha llegado. Te diré buenas noches, cierra la puerta, te diré otra vez que te amo”.
Compuesta e interpretada por el cantante británico, “Monsters” está inspirada por el miedo que le provoca la idea de lo que le puede suceder a su padre durante la cirugía.
El miedo de no volverlo a ver.
En una entrevista con Good Morning Britain, Blunt explicó: “Cuando te das cuenta de la mortalidad de tu padre, es un gran momento para expresar todo lo que te gustaría decirle”.
Antes de partir el hijo le lee una historia a su padre como, supongo, él se las leía cuando era un niño. Nada más que esta historia es cierta. Sabiendo que el momento ha llegado, le confiesa:
“Yo no soy tu hijo, tú no eres mi padre,
Solo somos dos adultos diciéndonos adiós.
“No hay necesidad de perdonar,
no hay necesidad de olvidar.
“Yo conozco tus errores
y tú conoces los míos”.
El joven después le dice que mientras duerma, él tratará de hacerlo sentir orgulloso: “No tengas miedo —confiesa— es mi turno de espantar a los monstruos”.
Monstruos. Esos que se atraviesan en nuestras relaciones. Esos que nos confunden y nos llenan de rencor. Los que hacen que digamos cosas que no queríamos decir o que, quizás, escuchemos cosas que jamás nos dijeron. Y después nos arrastran a las catacumbas de nosotros mismos para hacer guardia y asegurarse de que no salgamos de nuevo.
Hasta que llegue uno de esos eventos.
Como la cirugía del padre de James Blunt.
Como el accidente o la enfermedad que se atraviesa en el camino.
“Duerme toda una vida.
“Y respira una última palabra.
“Puedes sentir mi mano por tu cuenta.
“Yo seré el último:
“Así que dejaré la luz encendida.
“Que no haya oscuridad en tu corazón”.
Una canción que honesta y transparente, porque habla de admiración, sí, pero más que eso de perdón y aceptación. De lo que sentimos como hijos. De lo que sentimos como padres. De los miedos, los errores y de lo importante que es prepararnos para ese adiós que algún día llegará. Una canción que es un abrazo para los padres que aún están hoy con nosotros y un mensaje de amor y reconciliación para aquellos que se han ido.