Cuarentena

El miedo a salir y el síndrome de la cabaña

¿Qué es el síndorme de la cabaña?

Han pasado cuatro meses del encierro provocado por la contingenica sanitaria. Es momento de retomar algunas actividades. ¿Qué es sl síndrome de la cabaña y por qué para algunos puede ser tan complicado salir de nuevo? 

Han pasado cuatro meses del encierro provocado por la contingenica sanitaria. Poco a poco es momento de retomar algunas actividades. ¿Qué es sl síndrome de la cabaña y por qué para algunos puede ser tan complicado salir de nuevo? 

Después de estar más de 120 días sin salir de casa es hora de volver poco a poco a la nueva normalidad. Un mundo en donde el cubrebocas y el gel antibacterial son lo único que no se puede olvidar a la hora de salir.

Hemos ansiado tanto este momento, pero ahora que llegó está causando miedo a más de uno. No porque no deseemos regresar a esos fines de semana en familia o a esas reuniones con los amigos, sino porque nos hemos acostumbrado al poco contacto humano. Además, dejar atrás el confinamiento significa arriesgarnos al contagio de Covid-19.

Pero, ¿es normal tener miedo de salir después de la cuarentena? La verdad es que sí. Según la Universidad Nacional Autónoma de México, a este suceso se le conoce como síndrome de la cabaña. Se presenta en personas que han estado aisladas por un largo periodo, las cuales experimentan miedo y ansiedad al exponerse o al salir de casa.

El miedo se debe a que la mente comienza a proyectar panoramas catastróficos relacionados con la exposición al exterior, optando así por la reclusión como una manera de mantenerse a salvo.

Este síndrome se puede identificar con algunas reacciones emocionales y fisiológicas como: estrés, ansiedad, taquicardia, sudoración, depresión, ataques de pánico o conductas obsesivas mientras se está en la calle.

La mejor forma de superar algún temor es enfrentándose a él, pues a corto plazo permanecer en casa produce una sensación de alivio y falsa seguridad, pero con el tiempo la percepción del miedo se va instalando y las limitaciones crecen…

Sin embargo, el hecho de que sintamos un poco de ansiedad al volver al trabajo o al ir al supermercado no significa que tengamos síndrome de la cabaña, es normal experimentar ese sentimiento de incertidumbre con la situación que estamos viviendo. ¡Ojo! No hay que sugestionarse. El diagnóstico solo lo puede hacer un profesional de la salud mental y se deben presentar síntomas emocionales y físicos, los cuales suelen interferir con las actividades diarias.

Tener antecedentes de depresión, ansiedad social o hipocondría nos hace más vulnerables ante esta situación, pues las personas con alguna de estas patologías tienden a generar pensamientos circulares negativos, según la psicóloga Laura Solana.

La mejor forma de superar algún temor es enfrentándose a él, pues a corto plazo permanecer en casa produce una sensación de alivio y falsa seguridad, pero con el tiempo la percepción del miedo se va instalando y las limitaciones crecen, asegura Solana.

La recomendación es regresar escalonadamente, pero sin postergarlo demasiado. Comencemos con reencontrarnos con personas cercanas y saliendo a hacer actividades que disfrutemos, esto nos ayudará a contrarrestar el miedo. Es importante hacerlo siempre con las medidas recomendadas, utilizando cubrebocas, gel antibacterial, manteniendo una sana distancia, etc. En este contexto las medidas de prevención tienen dos funciones: prevenir el contagio y, en el ámbito psicológico, sirven como una extensión de la protección que sentimos cuando estamos en el hogar.

El simple hecho de pensar que si salimos podemos contraer el virus en cualquier lugar es aterrador, pero otro factor que afecta directamente nuestra paz mental es estar expuestos al bombardeo de noticias que surgen diariamente en torno a la pandemia. Está bien mantenernos informados, pero estar todo el día consumiendo información sobre este tema nos pone en un estado de alerta las 24 horas del día.

Está bien tener miedo pues eso nos hace ser más precavidos, pero no podemos permitir que ese temor se apodere de nosotros. El miedo es solo una herramienta que debemos utilizar a nuestro favor. Por otro lado, si el miedo es paralizante es importante acudir a terapia con un experto en la materia.

La vuelta a la normalidad es un hecho y lo único que podemos hacer es seguir todas las recomendaciones para disminuir al máximo la probabilidad de transmisión.

El mundo no va a volver a ser el mismo después de la pandemia, pero está en nuestras manos transformarlo en algo mejor.

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