¿Cómo hablar a los niños de la muerte cuando, a veces, nosotros mismos le tememos y no sabemos cómo lidiar con la avalancha de emociones que produce? Estos ocho consejos te pueden ayudar.
Por: Susan Pick
¿Qué podemos decirle a los niños cuando se les muere su mascota de toda la vida o su abuelita o el señor de la tienda de abarrotes de la esquina? Quizás nosotros como adultos todavía estamos tratando de lidiar con el significado y el peso de la muerte en nuestras vidas. Hablar sobre la muerte es una de las cosas que más trabajo nos cuesta a los adultos.
En muchas sociedades se ve la muerte como el cierre del ciclo de la vida y como parte de esta. En esas sociedades se ve y se maneja el tema y las emociones asociadas con él de modo muy natural. Hay mucho que aprender de esos grupos.
Veamos:
1. Hablar con los hijos acerca de la muerte como algo natural que es parte del ciclo de la vida de todo ser viviente: plantas, animales y humanos. “Todos nacemos, crecemos y nos morimos. Así es la naturaleza”.
2. Cuando alguien muere sentimos diferentes emociones tales como negación, enojo, frustración, tristeza y finalmente aceptación. Es importante darse a uno mismo y darle la oportunidad a otros, de sentirlas todas y entender que cada quien va a un ritmo diferente y que van a haber muchos sube y bajas de emociones.
3. Al hablar con tu hijo sobre el tema abrázalo mucho, muéstrale que sí se vale sentir muchas cosas diferentes. Escúchalo, acompáñalo, no lo presiones, ni lo ridiculices, presiones ni juzgues. Pregúntale qué siente y comparte con él lo que tú sientes.
4. Ayúdale a tu hijo a ver que la muerte es una celebración de la vida. Platiquen acerca de la persona que falleció, lo que recuerdan de ella, anécdotas simpáticas, vean fotos, hagan dibujos, escriban cuentos.
En muchas sociedades se ve la muerte como el cierre del ciclo de la vida y como parte de esta. En esas sociedades se ve y se maneja el tema y las emociones asociadas con él de modo muy natural. Hay mucho que aprender de esos grupos.
5. Estar triste es el primer paso para poder ir saliendo adelante. Abrazar una emoción y aceptarla es la manera de ir aprendiendo a manejarla y a pasar a una siguiente etapa. Nunca negarla.
6. Muchas personas le tienen miedo a la muerte. Habla de tus miedos con algún terapeuta o persona de tu confianza; no les metas tus miedos a tus hijos.
7. Ver algo concreto le va a ayudar al niño. Puedes poner una foto de la persona y pedirle a tu hijo que le haga un regalito. Por ejemplo, decorar una piedra o hacerle un dibujo o una figura con plastilina.
8. Si la persona estaba muy viejita o muy enferma, le puedes explicar que ya está descansando; que ya le era muy difícil vivir y que ahora que ya está en paz.
Atreverse a pintar fuera de la raya al hablar abiertamente sobre temas difíciles es una gran ayuda para todos los involucrados.
(Agradecemos a la Dra. Susan Pick, autora del libro “Pinta fuera de la raya: la importancia de saber desobedecer” el que nos permita reorducir este texto).