Día de Muertos

¡Haz tu propia ofrenda para este Día de Muertos!

Pon tu ofrenda de Día de Muertos

Esta temporada del año es la ideal para honrar y recordar a nuestros muertos. Te recomendamos hacerlo montando tu propia ofrenda y siguiendo una de las tradiciones más bonitas de México. Aquí te decimos cómo hacerlo.

Se acerca la celebración del Día de Muertos y con ella el momento de volver a pensar en aquellos que ya no están con nosotros. Esos seres preciosos que habitan en nuestro recuerdo, en nuestro corazón y a quienes recibimos gustosos para que nos acompañen de nuevo en nuestros hogares los días 1 y 2 de noviembre.

Para honrarlos montamos ofrendas con las que les decimos lo mucho que los queremos. Que los extrañamos y que, aunque no estén con nosotros, siempre los tenemos presentes.

Si nunca has montado una ofrenda para honrar a tus muertos, aquí te decimos cómo hacerlo.

Un poco de historia

El origen de las ofrendas en honor a los muertos parece estar en los antiguos altares precolombinos que los pueblos que habitaban en México montaban en la época precolombina.

El origen de las ofrendas en honor a los muertos parece estar en los antiguos altares precolombinos que los pueblos que habitaban en México montaban en la época precolombina. Estos estaban dedicados a diversas deidades y a cada una de ellas le correspondía un mes en particular.

El noviembre del calendario gregoriano le pertenecía a Mictlantecuchtli, el señor de los muertos en la mitología mexica, zapoteca, y mixteca. Esta deidad es la que reina sobre el Mictlán, el país de los muertos, en donde habitan la mayoría de las personas que han fallecido y merecía un altar especial.

La visión católica de los españoles y la creencia de que hay una vida más allá de la muerte empató con la tradición prehispánica dando pie a una nueva tradición: el Día de Muertos con todo y sus altares, sus ofrendas y su innegable belleza.

¿Cuándo hay que poner nuestra ofrenda?

La tradición indica que el altar se debe de montar desde el 30 de octubre y permanecer ahí hasta el 2 de noviembre. Se cree que las almas de los niños difuntos son las primeras en llegar, pues ellos corren más rápido que los adultos quienes hacen su aparición hasta el mediodía del primer día de noviembre.

¿Qué debe de llevar tu ofrenda?

Niveles: Nos todas las ofrendas de México son iguales. Las hay de dos, tres o siete niveles. Se dice que el primer nivel representa a la Tierra y el segundo al cielo. Si hay un tercer nivel, representa al purgatorio. En algunos lugares se hace una representación de los estadios que atraviesa el alma de un difunto antes de llegar al cielo. Para recrear los distintos niveles te recomendamos usar mesas, cajas y tablas. Asegúrate de que sean resistentes.

Los arcos: Son la puerta que da la bienvenida a nuestros muertos. Suelen cubrirse de flor de cempasúchil, sobre todo cuando la ofrenda se monta al exterior. Se elaboran con carrizos de bambú atados con un lazo.

Papel picado: Representa al aire, uno de los cuatro elementos presentes en la ofrenda.

Agua: Saciará la sed de los difuntos viajeros y además representa otro de los cuatro elementos de la naturaleza presentes en la ofrenda.

Flor de cempasúchil: Es uno de los principales elementos. Además de adornar la ofrenda, sus pétalos sirven para indicar el camino que deben de seguir nuestros muertos.

Calaveritas de azúcar: Alguna vez fueron de amaranto. Hoy son dulces y representan a nuestros queridos muertos.

Pan de muerto: Otro de los elementos indispensables, en estas fechas es el alimento favorito de los vivos y de los muertos.

Incienso o copal: Otra representación del aire como elemento. Su aroma guía a los difuntos de vuelta a nosotros.

Morado: En muchas ofrendas este es el color que predomina. Es la inequívoca señal de luto.

Foto del difunto: Se coloca en el nivel superior y representa a la persona o personas a la que está dedicada la ofrenda.

Veladoras: Por un lado, representan al fuego como elemento, pero más que eso son la luz que nos guía en este mundo.

Comida y bebida: Para consentir a los muertos que nos visitan se suelen colocar aquellos platillos y tragos que en vida más disfrutaban.

Dulces: Para consentir a los niños muertos, esos angelitos por siempre bellos.

Fruta: Sobre todo la caña de azúcar que también representa los huesos de los muertos.

Aunque estos son los elementos tradicionales de una ofrenda, tú puedes agregar los que desees. Recuerda que de lo que se trata es de honrar a los difuntos que estos días (¡y siempre!) nos honran con su dulce presencia.

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